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Cohesión

 

La palabra texto proviene del término latino textus que significa tejido. Cuando producimos un texto en forma oral y escrita es como si tejiéramos con palabras. Por lo tanto, para que un texto esté bien formado y resulte comprensible para el receptor, es necesario que sus partes estén relacionadas, es decir, que una oración se relacione con el significado de la anterior, y que cada párrafo se relacione con el siguiente. Dichas relaciones de sentido entre las partes que componen un texto se las conoce como cohesión.

 

La cohesión es la propiedad del texto que da cuenta de las relaciones de sentido entre las distintas oraciones que lo componen.

 

La cohesión se lleva a cabo mediante diferentes recursos, ellos son: sinonimia – hiperonimia – hiponimia – campos semánticos – elipsis – conectores - referencia

A continuación se abordará el estudio sistemático de cada recurso cohesivo con el fin de hacer consciente las relaciones de significado que se establecen en un texto. Esto permitirá mejorar las habilidades de comprensión y producción de textos.

 

Recursos cohesivos:

 

  • Sinonimia:

 

Cuando nos referimos a una parte del texto ya mencionada (un personaje, un objeto, una acción, una cualidad), para evitar repetir constantemente una palabra o frase, podemos sustituirla por un sinónimo, o sea, por un término o expresión que se escribe diferente pero que comparte rasgos de significado con el anterior.

 

Por ejemplo:

“ Se produjo un gran aumento de los recursos que, a su vez, generó una corriente de intercambios entre los distintos países. El crecimiento de la economía creó la necesidad de modificar la organización social y política de las naciones.”

 

En el ejemplo anterior “aumento” y “crecimiento" aparecen como sinónimos, sin embargo no significan lo mismo en todos los contextos. Si un empleado le dice a su jefe: “Necesito un aumento de sueldo”, ciertamente aquí “aumento” no puede sustituirse por “crecimiento”. Por lo tanto, es necesario observar en qué contexto se escribe determinada palabra para encontrar un sinónimo adecuado con el registro del texto.

 

  • Hiperonimia e hiponimia:

 

Otros recursos cohesivos que comparten la misma función de la sinonimia, es decir, aludir a un mismo concepto y evitar las repeticiones excesivas, son la hiperonimia y la hiponimia.

Un hiperónimo es una palabra cuyo significado incluye el significado de la otra. Por ejemplo: fruta incluye el significado de naranja, por lo tanto la palabra fruta es el hiperónimo de naranja.

La  hiponimia consiste en la relación inversa, es decir, consiste en que el significado de una palabra esté incluido en el significado de la otra. Por ejemplo: naranja, manzana y pera, son hipónimos de fruta.

Hiperónimo:  fruta

 

Hipónimos:  naranja, manzana,  pera

 

Analicemos cómo funcionan estos recursos en un texto:

 

“En la cacería de los cuerpos celestes, observar objetos cada vez más distantes significa remontarse atrás en el tiempo. La luz emitida por un cuerpo, un astro o una estrella no llega a nosotros instantáneamente, sino que emplea cierto tiempo desde su origen hasta nuestros ojos o aparatos de observación.”

                                   En : Revista Muy Interesante, Nº 69, julio de 1991. (fragmento)

 

En el texto anterior, puede retomarse “cuerpos celestes” como “cuerpo”, “astro” y “estrella” porque los cuerpos, astros y estrellas son clases de cuerpos celestes con características bien definidas. En otras palabras, el significado de “cuerpos celestes” incluye los significados de “cuerpo”, “astro” y “estrellas”.

Cuando se produce este fenómeno se está frente a un caso de hiperonimia.

 

  • Campo semántico:

 

Las palabras, según su significado, pueden agruparse dentro de un determinado ámbito o tema. Por ejemplo: las palabras “actores”, “representación”, “escenografía”, “vestuario” pueden reunirse bajo el concepto de “representación teatral”. Estas palabras tienden a aparecer juntas o co-ocurrir en determinados contextos, porque pertenecen al mismo campo semántico.

En los textos, por tratar sobre un determinado tema, siempre aparecen palabras que, por su significado, se relacionan con ese tema. La presencia de un campo semántico liga a las partes de un texto. Por ello, es una de las formas en las que se lleva a cabo la cohesión.

Por ejemplo:

“Con las ventanillas a oscuras y la máquina a todo vapor, el tren expreso de las once pasó rugiendo por la estación rural en tinieblas. Sólo la sala de espera y la boletería proyectaban un poco de luz”

En este caso, las palabras “tren”, “sala de espera”, “estación” y “boletería” están ligadas por el campo semántico: “estación de tren”.

 

  • Elipsis:

 

Se trata de la omisión o eliminación de palabras o frases que el lector puede reponer. La elipsis puede ser definida como una “sustitución por cero”, es decir, que se suprime un elemento del texto porque ya ha sido mencionado antes y puede reponerse precisamente porque ya apareció.

 

Por ejemplo: “Esta es la primera parte de la máquina; la segunda graba; la tercera proyecta”

 

En el ejemplo dado, sabemos que el productor del texto se refiere a “la segunda parte de la máquina” y “la tercera parte de la máquina” porque anteriormente apareció la expresión “la primera parte de la máquina”

 

  • Conectores:

 

Este recurso cohesivo consiste en el uso de enlaces o nexos llamados conectores que sirven para ligar las ideas de un texto. Se utilizan en función del tipo de vinculación que entre ellas se quiera establecer: de causalidad, de oposición, etc.

El siguiente cuadro describe la función de los conectores en el texto:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

  • Referencia:

 

Este recurso cohesivo es muy importante y se lleva a cabo a través de los pronombres.

Los pronombres son palabras de significado ocasional, es decir, adquieren un sentido determinado en relación con el contexto en el que se producen.

Por ejemplo:

 “Ernesto es un hombre de gran rectitud. Él es la viva imagen de la verdad y el honor”

 

En el fragmento anterior el pronombre personal “él” señala a Ernesto, pero ese mismo pronombre en otro contexto, por ejemplo: “Juan estuvo estudiando toda la tarde. Él mañana tiene examen en el colegio”, refiere a otra persona, en este caso a Juan.

Para que permanezcan ligadas las partes del texto, los pronombres deben concordar en género (masculino o femenino) y número (singular o plural) con la palabra referida.

 

Desde el punto de vista de su significado, los pronombres se pueden clasificar en:

-personales,

-posesivos,

-demostrativos,

-relativos,

-enfáticos

-indefinidos.

 

 

 

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